lunes, 26 de octubre de 2009

Entrevista a Rubén López

En el marco de la feria del libro se realizó un encuentro de narración oral. A raíz del festival internacional “Cuento Palabra", invitados de diversos países concurrieron a contar sus cuentos. La función se realizó a sala llena en el patio central del cabildo. Una vez terminada la función nos acercamos a dialogar con el director de la asociación “Veni que te cuento”.
Rubén López es un sanjuanino que actualmente reside en las sierras de Córdoba. Ha realizado diversos proyectos culturales, talleres, encuentros y espectáculos con el motivo de promover su actividad. En la entrevista con nuestros corresponsales pudimos conocer mejor acerca de su profesión de “cuenta cuentos”, como el se autodenomina.

Para la gente que no conoce ¿Cómo definiría usted la actividad de contar cuentos?
Contar cuentos es una actividad muy bonita. Básicamente creo que lo que hacemos es jugar con las palabras y la imaginación. Los que nos dedicamos a esto tratamos de mantener al niño que llevamos dentro. Pero no solamente al niño sino también al adulto para darle más intensidad a la vida. De alguna manera, cuando estamos en contacto con historias, viajamos con la imaginación y eso nos hace seres más plenos. Con esto no quiere decir que quien no cuenta cuentos no pueda lograrlo. Los que nos dedicamos a esto nos da muchísima satisfacción hacerlo. Sobretodo nos da mucha experiencia de vida que no es fácil de lograr con otras actividades que uno pueda realizar. La realidad es que a mí, contar cuentos, me cambio la vida completamente.

¿Desde hace cuánto que realiza esta actividad?
Hace 10 años comencé. Poder hacer esto me lo ha permitido básicamente dos cosas: una, es encontrarme con los otros. Otra es encontrarme conmigo mismo a través de las historias. Esto ayuda mucho al auto conocimiento y al encuentro comunitario. Yo creo que si en el mundo se contaran mas cuentos seguramente podríamos ser mucho mejores.

¿Qué piensa de la problemática actual sobre la relación de los niños con la literatura? ¿Cree que este tipo de actividades pueden llevar nuevamente a un acercamiento con los textos?
Creo que este no es un problema solamente de los niños, es también de los adultos. Los niños se alejan de la lectura en la medida que no ven adultos que lean. Eso es una de las cosas que hemos perdido. A su vez influye el hecho de que cuando el niño aprende a leer ya no se le cuentan historias. Esto sucede ya que se supone que pueden leer por si mismos. Si bien esto es cierto, no hay nada más bonito que alguien te cuente cuentos. Cada uno puede contar sus propias historias, pero no debe faltar otro quien las escuche.

A la hora de contar ¿se remiten a textos literarios o a producciones extraídas de la transmisión oral?
Los narradores aquí presentes se remiten a historias que les han llegado a través de sus padres, tíos, abuelos o vecinos. Aquí se puede ver como cada país tiene una dinámica diferente por como sucedió su historia. En Argentina, a diferencia del resto de los países de Latinoamérica, los "cuenta cuentos" somos absolutamente literarios. Se perdió de algún modo la tradición de contarse cosas. Puede ser por motivo de los golpes militares que fue haciendo que nos separemos. En esa época el encuentro mismo era considerado subversivo. En otros países, en cambio, se ha mantenido muy viva la tradición oral. Por ejemplo, las historias contadas por Marco, un narrador de Colombia, son todas transmitidas por su abuela. Esto es algo muy valioso, como también lo es contar desde la literatura. Al contar textos escritos nos ponemos en contacto con nuestros pares. Ellos viven como uno, comparten los mismos problemas. Así nos conectamos con nosotros mismos, nuestra cultura e idiosincrasia. Unos contamos literatura, otros cuentos de la tradición oral. Lo importante es el ir y venir permanente.

¿Qué es lo que lo llevó a encontrarse o reencontrarse con la narración oral?

Creo que nada ocurre porque si. Encontré la narración de cuentos en un momento terrible de mi vida, con una depresión absoluta(…). Había pasado por un momento en donde nada me tocaba por terrible que fuera (…). Las historias me permitieron conectar con la parte sensible de mí que durante mucho tiempo había estado aplastando. Esto fue para mi muy útil y valioso. (…) Por eso me pareció que era algo que necesariamente debía compartir. Desde ese lugar comencé a hacerlo generando espacios comunitarios donde la gente se encuentre a compartir. La palabra de uno hace al del otro y viceversa. Todo funciona de una manera muy aceitada en cada uno y por eso se comparte.

¿Hay técnicas para contar cuentos?
Hay estrategias, dinámicas que te ayudan a encontrar tus propios elementos. La mejor técnica para contar cuentos es tener ganas y siempre ser uno mismo.

¿Qué piensa que es lo mejor de lo que hace?
Lo mejor de mi actividad es todo aquello que aún me queda por hacer.

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